En los últimos talleres científicos nuestro alumnado ha aprendido a
extraer el ADN del tomate. Una sola molécula de ADN es muy pequeña para
verla a simple vista pero si tiene muchas moléculas de ADN juntas, ellas
se pegan unas a otras y se forman filamentos blancos y justo eso es lo
que han podido ver nuestros niños y niñas. Una vez triturado el tomate
con agua para romper las células, se mezcla con un preparado de agua,
sal, bicarbonato y detergente que romperá las membranas del núcleo. Se
pasa al tubo de ensayo y se agrega un poco de alcohol de modo que los
filamentos de ADN comiencen a flotar y así podamos verlos sin necesidad
de microscopio. Gracias Laura y Francisco (biólogos) por traer a nuestro
cole estas maravillosas experiencias.
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